Psicología infantil


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niño y adulto en la playa

Antes de pedir ayuda especializada

  • Habla con tu pareja o con el cuidador ya que en ocasiones los comportamientos que el niño exhibe contigo no los muestra con otras personas. En estos casos la causa puede ser una llamada de atención o la utilización de pautas educativas inadecuadas.
  • Conversa con la familia y/o la escuela pues son fuentes de información muy útiles que te pueden dar señales sobre lo que está sucediendo.

¿Cuándo solicitar la ayuda de un psicólogo?

Como regla general, debes pedir la ayuda de un profesional cuando los comportamientos de tu hijo se distancian demasiado de las conductas usuales de los niños de su edad. Por ejemplo, cuando la mayoría de los niños de su edad ya dominan el lenguaje y el niño aún balbucea, si no logra seguir el ritmo en el colegio, déficit de atención, o cuando muestra comportamientos que había dejado atrás y que son propios de etapas anteriores.

Debes acudir al psicólogo infantil cuando:

  • El niño muestra un cambio repentino que no logras explicar y le notas triste, apático o muy irritable.
  • Tiene problemas para relacionarse con sus compañeros, ya sea porque se comporta de manera violenta, o porque es demasiado tímido.
  • Presenta miedo a estar solo y frecuentemente le cuesta trabajo conciliar el sueño. Tiene pesadillas o terrores nocturnos.
  • Manifiesta comportamientos difíciles de manejar, como la agresividad, un apego excesivo o la desobediencia.
  • Tiene problemas en la escuela, le cuesta concentrarse, se aburre a menudo y se muestra demasiado intranquilo.
  • Presenta obsesiones o trastornos físicos que no tienen una causa médica, como vómitos, dolores de cabeza y/o problemas dermatológicos.
  • Sientas que no puedes manejar la situación y tienes la sensación de estar al límite, sin saber qué hacer.
  • Sufre acoso escolar.

No siempre es necesario trabajar con el niño directamente, sino que en muchas ocasiones la intervención del profesional se dirige a orientar a los padres. Al hacer cambios en las pautas de educación y sentirse más seguros a la hora de actuar obtienen una respuesta satisfactoria en el niño.

Prevenir siempre es mejor que lamentar

No siempre es necesario esperar a que aparezca el problema para acudir a un psicólogo. En determinadas ocasiones es conveniente pedir ayuda cuando sabemos que el niño tiene que enfrentarse a un cambio importante que lo puede desestabilizar, como es el caso de un cambio de residencia, de colegio, un divorcio, la muerte de una persona allegada, etc.