La Psicología en Fibromialgia


“Algunas personas piensan que ser fuerte es no sentir dolor nunca,. En realidad las personas más fuertes son las que los sienten, lo comprenden y lo aceptan”.


La fibromialgia es un síndrome que se caracteriza por: dolor músculo-esquelético , fatiga, rigidez matutina, alteraciones de la sensibilidad, problemas de memoria, alteraciones del sueño y cambios de estado de ánimo. Se cree que afecta aproximadamente entre un 2% y 4% de la población mundial. Es sobre todo femenina, ya que cerca del 95% de las afectadas son mujeres. La edad promedio en la que se empiezan a manifestar los síntomas es entre los 30 y 50 años.

lazo fibromialgia

Las personas que padecen de fibromialgia, además sufren porque sienten que nadie les cree, en vista de que no se detecta a nivel exterior algún tipo de lesión, daño o impedimento muscular u óseo. Los afectados aguantan el dolor y se esfuerzan por continuar con sus actividades, porque: hay que trabajar, cuidar a los niños, limpiar…etc. Afortunadamente, la fibromialgia no representa un riesgo para la vida del individuo y no ocasiona daño muscular, ni articular; aunque le diezma de manera enorme la calidad de vida.

De igual modo, son personas excesivamente responsables con las obligaciones familiares, demasiado serviciales, viven su vida a través de los demás. Lo anterior se evidencia en un síntoma, la rigidez matutina.

Dentro del campo de la psicología, venimos trabajando desde hace muchos años con las enfermedades consideradas crónicas y los beneficios terapéuticos son muy amplios, ya que abordan aspectos que no se trabajan en el ámbito médico, por lo que las investigaciones actuales en FM abogan por un tratamiento integral que combine la intervención médica, psicológica y rehabilitadora, en el que, la terapia psicológica de orientación cognitivo conductual ha mostrado su eficacia, ayudando a la persona a afrontar su enfermedad y las limitaciones que conlleva, dotándola de estrategias para en control del dolor, mejorando su estado de ánimo y afrontando las situaciones problemáticas a nivel personal, familiar y social. Se trata, además, de una enfermedad hacia la que existe una gran incomprensión que requiere una intervención específica.